Los mejores protectores de padel

El pádel  es uno de  los deportes  que ha  experimentado mayor crecimiento en estos últimos años, tanto en España como en otros países. Esto se ha visto reflejado en el aumento de la oferta en accesorios y protectores padel, porque este  deporte puede ser adictivo.  

Años atrás estaba considerado como una actividad deportiva para personas de cierto estatus social, pero  esto ha cambiado. Cada día surgen más marcas de protectores padel, ropa, bolsas y otros accesorios que confirman esta tendencia en alza.

Independientemente de  la edad o  condición física, el pádel a día de hoy es un deporte al alcance de todos, y en marcas como Star Vie pueden encontrarse todo tipo de accesorios pádel para vivir al máximo esta afición. Uno de los accesorios más importantes es el protector padel, para evitar rozaduras, golpes o arañazos en la pala. Vamos a conocer mejor este accesorio y ver algunos modelos.

Protectores padel: golpear  sin miedo

Uno de los fundamentos de este deporte es desarrollar una técnica que se sostenga en una base sólida, con muchas repeticiones. Saber empuñar, colocarse, ejecutar los golpes cambiando sus tipos y empuñaduras… Hay que repetir con muchas bolas hasta memorizar todos los movimientos y así perfeccionarlos. Como puede deducirse, lo intenso de esta actividad supone que la pala sufra rozaduras, arañazos o golpes.

El protector pala de padel es una solución en este sentido, como el protector pala padel transparente. Su superficie rugosa lo convierte en altamente resistente y con gran adherencia. Las burbujas ya no son necesarias para proteger la pala: de ellos se encargan los protectores de Star Vie, en modelos amarillo, azul, rojo y transparente.

La importancia del estado psicológico

Otro elemento a proteger en este deporte es el estado psicológico, especialmente para conseguir la máxima concentración y autocontrol. La concentración ayuda a frenar los impulsos innecesarios, jugando con más seguridad y cabeza fría.

El autocontrol ayuda a aceptar con serenidad la evolución del juego, sin dejarse llevar por el enfado contra el rival o incluso contra el propio compañero. Desde la aceptación tranquila de lo que ocurra, se prosigue mejor el juego creando nuevas oportunidades para ponerlo a nuestro favor.